IKEA recicla y transforma sus suelos usados

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Tarkett

A través del proyecto ‘suelos circulares’ se ahorró con Tarkett hasta 94 toneladas de CO2

Coincidiendo con el Día Mundial del Reciclaje, que se celebró el 18 de marzo, Tarkett presentó el resultado de un proyecto piloto junto a IKEA para recuperar y reciclar suelos usados.

La compañía, comprometida por reducir su impacto medioambiental, desarrolla técnicas únicas para retirar suelos antiguos, tratarlos y reintroducirlos en la cadena de valor, evitando que terminen en un vertedero o incinerados.

Este programa de recuperación y reciclaje de suelos ReStart® ha posibilitado este proyecto pionero de reciclaje circular junto a IKEA.

¿Cómo se recicla un suelo usado?

En agosto de 2020, Tarkett recogió 10,000 m2 de suelos vinílicos usados de la tienda IKEA de Kungens Kurva, en Estocolmo.

Este material de desecho se llevó a la instalación de reciclaje propia de Ronneby (Suecia) para triturarlo, limpiarlo de adhesivos y residuos de cemento y procesarlo.

Como resultado, se consiguieron materias primas de alta calidad para nuevos suelos que, junto a materiales vírgenes, se destinaron a crear un nuevo suelo de alto rendimiento para la tienda IKEA en Jönköping.

Suelos circulares

El proyecto de suelos circulares de IKEA ayuda a reducir las emisiones de carbono al evitar la eliminación de residuos y la extracción de materias primas vírgenes para nuevos productos.

Pero para entender mejor el impacto medioambiental positivo de este proceso, Tarkett ha analizado el ahorro climático que supone cada paso de esta transformación.

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Un ahorro climático de 94 toneladas de CO2

El primer paso, es el ahorro de emisiones de carbono al transformar materiales en lugar de producir esas materias primas desde cero (5,36 kg CO2eq / m2 ahorrados) y el ahorro de evitar la incineración del suelo usado (4,23 kg CO2eq / m2 ahorrados).

Esto equivale a un ahorro de 9,6 kg de CO2eq/m2. Para una superficie de 10.000 metros cuadrados, supone un ahorro climático total de 96 toneladas de CO2eq.

A esta cifra hay que restar el transporte en camión de los materiales entre Estocolmo y Ronneby, que emite alrededor de 2 toneladas de CO2.

El proceso produce emisiones climáticas insignificantes

Gracias a la apuesta de Tarkett por la economía circular, el proceso de limpieza en la planta propia de Ronneby funciona con electricidad libre de fósiles y produce emisiones climáticas insignificantes.

Por tanto, el ahorro climático total del proyecto de suelos circulares de IKEA y Tarkett asciende a 94 toneladas de CO2.

El Mundo Ecológico / Tarkett