Greenpeace califica de insuficientes las reformas del gobierno contra la sequía

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Sequías en España
14/11/2017. Río Tajo, Mantiel, Embalse de Entrepeñas, Guadalajara, Castilla-La Mancha, España. Greenpeace ha documentado algunos de los efectos de la grave sequía que se está viviendo en España. La organización denuncia que la actual escasez de agua no es solo producto de la falta de lluvia si no de una mala gestión del agua y del derroche de los recursos hídricos. ©Greenpeace/Pedro Armestre ©Greenpeace Handout/Pedro ARMESTRE - No sales - No Archives - Editorial Use Only - Free use only for 14 days after release. Photo provided by GREENPEACE, distributed handout photo to be used only to illustrate news reporting or commentary on the facts or events depicted in this image.

El plan contempla medidas fiscales, financieras y laborales pero no preparan a España para los graves problemas de agua

Dotar de ayudas hoy a la agricultura y no invertir en cambiar el modelo agrario en un contexto de cambio climático es una medida cortoplacista que no solucionará el problema a largo plazo. Los principales afectados son, precisamente, la agricultura tradicional y familiar, la más necesaria de mantener.

Estas explotaciones verán cómo se vuelven inviables por la falta de agua y por la apuesta que las administraciones hacen por las macro industrias agropecuarias (agrícolas y ganaderas). Recordemos que el sector agropecuario consume casi el 80% del agua del país y es cada vez más demandante.

Así mismo, invertir en obras hidráulicas, sigue perpetuando un modelo de agricultura industrial e insostenible que necesita más agua de la que tenemos.

Modernizar regadíos no es la solución, porque se ha demostrado que dan la falsa percepción de que hay más agua, lo que provoca un aumento en la superficie de riego y en la densidad de plantas, incentivando cambios hacia cultivos más demandantes de agua, estimulando dobles cosechas y eliminando los retornos naturales al medio ambiente.

Esto anula las supuestas ventajas de la modernización para el ahorro y provoca un consumo total mayor de agua. 

Abril de sequía

El pasado mes ha sido el más seco desde que hay registros. Las reservas hídricas de agua embalsada han alcanzado el 48,9%, 19 puntos menos que hace 10 años en las mismas fechas, y el quinto peor dato desde que tenemos registros. Y es solo un ejemplo de lo que vendrá.

Tenemos agua escasa, contaminada y mal gestionada y esto no se soluciona con medidas cortoplacistas sino integrales y transversales. La semana pasada, Greenpeace ya anunciaba qué medidas eran necesarias para abordar, en profundidad, el problema del agua y que se pueden resumir en:

  1. Establecer un plan para la reducción de la superficie de regadío intensivo e industrial
  2. No permitir ningún nuevo proyecto altamente demandante de agua
  3. Mejorar el control del uso ilegal de agua, cerrando, por ejemplo, los pozos ilegales
  4. Descartar la construcción de más infraestructuras hidráulicas
  5. Detener y reducir la ganadería intensiva
  6. Establecer una hoja de ruta para la transición hacia la agroecología
  7. Establecer perímetros de protección en todas las zonas de captación de agua
  8. Fomentar la incorporación de medidas de ahorro y reutilización del agua en todos los nuevos edificios y desarrollos urbanísticos
  9. Aumentar el presupuesto destinado a la gestión forestal
  10. Priorizar alimentos de origen vegetal, ecológicos, locales y de temporada y reducir los de origen animal, en todos los comedores colectivos públicos.

Nuevas políticas

Hoy se ha dejado pasar una oportunidad, pero el próximo 28 de mayo hay elecciones municipales y autonómicas, buen momento para implementar políticas que aborden la sequía.

Precisamente, ante el arranque de la campaña para las elecciones municipales del 28 de mayo, Greenpeace ha lanzado hoy, en rueda de prensa, un programa de propuestas para los ayuntamientos, que recoge también medidas para abordar el problema del agua.

Por ejemplo, la remunicipalización de la gestión del agua, una mejora del servicio que suponga mayor ahorro, la necesidad de luchar contra el fraude, la suspensión de las licencias a macrogranjas y un firme compromiso de los municipios con el Pacto de Milán.

Julio Barea responsable de la campaña de agua de Greenpeace, ha declarado: “Las sequías deben gestionarse previamente. Ahora solo queda lamentarse y gestionar la escasez, otra vez más. El Consejo de Ministros ha planteado medidas que no van a tener efectos a medio largo y plazo. Y este debería ser su objetivo, atacar la raíz del problema”.

Un sistema insostenible

España tiene un sistema agropecuario sobredimensionado e insostenible. Se están transformando nuestros campos en macro industrias en manos de fondos de inversión y grandes empresas que no hacen más que agotar los recursos naturales (tierra, agua) y expulsar del sistema a nuestros agricultores y ganaderos tradicionales y familiares.

Según Barea, España no puede seguir basando su gestión del agua en una oferta ilimitada, basada en falsas soluciones. Es imprescindible un cambio de modelo agroalimentario, que pasa por la necesaria y urgente reducción del regadío intensivo y cambiar la visión errónea de que el agua es un recurso ilimitado.

Las políticas públicas deben ir dirigidas al ahorro, la prevención de la contaminación y la mejora de los sistemas de depuración.

El Mundo Ecológico / Greenpeace