comedores escolares - Imagen de ONG Enraíza Derechos
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EME Actualidad Los comedores escolares españoles tiran 100 kilos de comida cada semana

Los comedores escolares españoles tiran 100 kilos de comida cada semana

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Un estudio en diversos comedores escolares revela que cada alumno deja el equivalente a media ración de legumbres o pescado. De todos los platos, el brócoli lidera el desperdicio. Estos datos contrastan con el desperdicio alimentario nacional, que se ha reducido un 4,4% en 2024.

Sólo con lo que el alumnado deja en el plato, los comedores escolares españoles desperdician 100 kilos de comida semanales de media. Así lo ha revelado un estudio realizado por la ONG Enraíza Derechos en seis centros educativos de Madrid y País Vasco. Los datos, presentados a pocos días del Día Mundial de Concienciación sobre Desperdicio Alimentario, que se celebra hoy 29 de septiembre, evidencian que aunque España ha logrado reducir el desperdicio total, los centros escolares siguen siendo puntos críticos donde se necesita mayor intervención.

79 gramos diarios por alumno: el equivalente a media ración

El estudio, financiado por la Unión Europea y la Comunidad de Madrid, midió durante 5 días consecutivos los restos de comida en los platos de los alumnos en seis centros educativos. Los resultados son contundentes:

  • Desperdicio total: 587,94 kg en los seis centros durante la primera medición
  • Media diaria por comedor: casi 20 kilos
  • Por alumno: 68,2 gramos en primaria y 73 gramos en secundaria

«Aunque 70 gramos no parezcan mucho, si lo traducimos en el plato de un niño o una niña estaríamos hablando de más de la mitad del plato de legumbres o de pescado que recomiendan comer para su edad«, explica Mari Cruz Martín, coordinadora del proyecto y experta en desperdicio alimentario de Enraíza Derechos.

Por otro lado, Justicia Alimentaria realizó otro estudio en cinco colegios de Valencia con el mismo resultado: se desperdician casi 100 kg semanales, desechándose entre 82 y 128 gramos por comensal, un 22% del total del menú.

Marta Herrero, coordinadora de este proyecto comentaba: «El comedor escolar es un espacio educativo donde una cantidad muy elevada de alimentos acaba todos los días en la basura. Es imperante cambiar el modelo industrializado del sistema agroalimentario, que está detrás de gran parte de los problemas«.

El brócoli, rey del cubo de basura de los comedores escolares

El desglose por tipo de alimento revela patrones claros de rechazo:

  • 41,5% del desperdicio corresponde a primeros platos (principalmente legumbres y ensaladas)
  • 34% segundos platos (guisos de patatas y pescado)
  • 17% postres (especialmente fruta)
  • 7,5% pan

Las legumbres encabezan la lista de alimentos más desperdiciados, seguidas por las ensaladas y los guisos de patatas.

El estudio también constató que se desperdicia más comida en centros con catering externo que en aquellos con cocina propia, lo que sugiere que la frescura, temperatura y forma de presentación de los alimentos influyen directamente en su aceptación por parte del alumnado.

La reacción del alumnado de comedores escolares

Uno de los elementos más destacados del proyecto fue la reacción de los propios estudiantes al visualizar el desperdicio. «En algunos coles que hemos realizado los talleres pudiendo ofrecer esas fotografías, algunos alumnos de quinto y sexto de primaria nos decían: pero todo eso es nuestro, qué vergüenza, ¿en serio?«, relata Mari Cruz Martín.

La clave estuvo en la visualización: «No es lo mismo ver un cubo de basura cerrado que ponerlo sobre una báscula y descubrir que contiene 8 kilos de garbanzos o 6 kilos de manzanas. Eso ya hace que se nos encienda algo dentro y nos haga reflexionar«.

Taller comedores escolares - Imagen de ONG Enraíza Derechos
Taller comedores escolares – Imagen de ONG Enraíza Derechos

Soluciones que funcionan en los comedores escolares

  • Menús más flexibles adaptados a las necesidades y demandas del alumnado
  • Ajustar raciones según la edad (no es lo mismo para niños de 6 que de 12 años)
  • Ofrecer opciones de repetir con raciones iniciales más pequeñas
  • Servir pan y fruta de forma más comedida
  • Priorizar alimentos frescos, locales y de temporada
  • Optimizar la compra y almacenamiento
  • Mantener temperatura e integridad de los platos
  • Evaluar constantemente con herramientas digitales qué se consume y qué se desperdicia

En la segunda medición realizada meses después del primer taller, a finales del curso pasado, se observó una disminución del desperdicio de entre un 5 y un 12%. «Puede resultar una cifra modesta, pero es solo el inicio de un largo camino«, señalan desde Enraíza Derechos.

Por ello también es importante ofrecer la formación necesaria:

  • Al personal de cocina y comedor
  • Talleres de sensibilización con alumnado
  • Campañas educativas sobre el impacto ambiental del desperdicio

España reduce el desperdicio pero sigue tirando 1.125 millones de kilos al año

El contexto nacional muestra avances significativos: en 2024, España desperdició un 4,4% menos respecto a 2023, consiguiendo la cifra más baja desde que existen registros (2016).

Sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes y los hogares españoles continúan siendo los principales responsables del desperdicio.

España frente a Europa: avances pero aún queda camino

El contexto europeo muestra que España ha logrado avances significativos:

  • España: 23,4 kilos de desperdicio por persona y año
  • Media Unión Europea: 132 kilos de desperdicio por persona y año

Estos datos sitúan a España significativamente por debajo de la media europea. Sin embargo, cada español aún tira unos 250 euros al año en comida, de los cuales más del 45% podrían haberse aprovechado con mejor planificación.

El impacto climático del desperdicio: 8-10% de los gases de efecto invernadero

Mari Cruz Martín subraya la dimensión medioambiental del problema: «Tirar comida es tirar dinero pero nos cuesta ver cuál es el impacto medioambiental. El desperdicio alimentario es responsable de entre el 8 y el 10% de la generación de gases de efecto invernadero y utilizamos recursos naturales como el agua o la explotación de suelo agrario«.

Objetivo 2030: reducir el desperdicio a la mitad

España cuenta desde abril de 2025 con la Ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, cuyo objetivo es frenar el desperdicio en toda la cadena alimentaria, desde los productores primarios hasta los consumidores finales.

El proyecto se enmarca en la meta 12.3 de la Agenda 2030, que propone reducir a la mitad el desperdicio generado en cada eslabón de la cadena alimentaria. «Es fundamental el trabajo de sensibilización con los y las más peques en el aula y el comedor para transmitir que la comida no se debe tirar, aunque no siempre consigan comerse todo lo que hay en el plato«, señalan desde Enraíza Derechos.

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