El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, uno de los últimos representantes del ecosistema de tablas fluviales en Europa, ha alcanzado en 2025 cifras récord en diversidad y abundancia de aves acuáticas reproductoras, marcando el mejor censo desde la 1980. Esto consolida el papel de este humedal como refugio para especies en peligro.
Las Tablas de Daimiel fueron declaradas Reserva de la Biosfera en 1981 y Humedal de Importancia Internacional. Actualmente están gestionadas conjuntamente por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de la comisión mixta de gestión.
Un ecosistema único con características singulares
Las Tablas de Daimiel constituyen un humedal complejo modelado por la confluencia de los ríos Guadiana y el Gigüela, junto con los aportes del acuífero 23. Este ecosistema de tablas fluviales, prácticamente único en Europa, crea un mosaico de vegetación palustre y lagunas someras de extraordinario valor ecológico.
A pesar de los problemas derivados del cambio climático y la histórica sobreexplotación de las aguas subterráneas que las abastecen, Las Tablas siguen recuperando una y otra vez los niveles hídricos adecuados. Esto demuestra una capacidad de resiliencia excepcional, transformándose en un refugio vital para la biodiversidad.

El renacer de las Tablas de Daimiel
El censo de 2025 ha registrado datos sin precedentes en cría de aves emblemáticas y de reproducción en especies amenazadas. En concreto destaca el Pato colorado (Netta rufina), una especie emblemática del parque. Además, se ha recogido por primera vez la cría en este espacio protegido del flamenco.
Los más destacados:
- Pato colorado (Netta rufina). Entre 1.350 y 1.400 parejas reproductoras, el mejor registro de la serie histórica reciente. En junio se contabilizaron 1.800 machos en su concentración prenupcial de muda de pluma, favorecidos por extensas praderas de plantas acuáticas sumergidas, principalmente del género Chara, que constituyen su alimento principal. El pato colorado está catalogado como especie vulnerable en el Libro Rojo de las Aves de España, lo que subraya la importancia de estos resultados.
- Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala). Récord absoluto con 90-95 parejas reproductoras, 74 polladas observadas y 454 pollos avistados, superando ampliamente el anterior máximo nacional de 54 polladas en 2024. Recientemente se han observado hasta 548 individuos entre adultos y juveniles en el parque. Esta especie, que en 1977 contaba con apenas una veintena de ejemplares en toda Europa, se ha convertido en un símbolo de la conservación de humedales en España. La malvasía está clasificada como «En Peligro» (EN) en el Libro Rojo de las aves de España 2021.
- Porrón pardo (Aythya nyroca). Entre 28 y 32 parejas reproductoras con al menos 14 polladas y unos 98 pollos. Esta especie, en peligro crítico de extinción, encuentra en Las Tablas de Daimiel uno de sus últimos refugios reproductores en España. Según SEO/BirdLife, el porrón pardo posee menor tolerancia a la salinidad y eutrofización que otras anátidas amenazadas, dependiendo estrechamente de la vegetación sumergida.
- Porrón europeo (Aythya ferina). Entre 500 y 550 parejas, igualando los mejores registros históricos de 1997 y 2010, con un gran éxito reproductor.
- Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris)
- Tres parejas reproductoras documentadas, con observación de una hembra acompañada de siete pollos. Esta especie también se encuentra en situación crítica y forma parte de la Estrategia para la conservación de anátidas amenazadas en España.

Primeras veces en Las Tablas de Daimiel que marcan un hito
- Fumarel común (Chlidonias niger). Primera reproducción documentada en el parque con 20-25 parejas. Esta especie, muy escasa como reproductora en España y catalogada en peligro de extinción, representa un hito en la historia natural del humedal.
- Flamenco común (Phoenicopterus roseus). Primera constatación de cría en las Tablas con al menos 51 pollos, ampliando el área de reproducción de esta especie icónica.
Un refugio para el Escribano palustre
Mención especial merece el Escribano palustre iberoriental (Emberiza schoeniclus witherbyi), pequeño paseriforme en situación crítica de extinción. Con 19 ejemplares censados, las Tablas de Daimiel se consolidan como uno de los principales núcleos reproductores de esta subespecie en la Península Ibérica.
La importancia del hábitat
Estos excepcionales resultados confirman que, con niveles hídricos adecuados y calidad del agua, los humedales responden con una extraordinaria capacidad de regeneración. Las praderas de plantas subacuáticas del género Chara (ovas), fundamentales en la cadena trófica del ecosistema, han sido clave en el éxito reproductor de las anátidas buceadoras.
La amenaza histórica: sobreexplotación del acuífero
El éxito reproductor de 2025 es fruto de décadas de esfuerzos de conservación y gestión hídrica responsable. El Acuífero 23, que alimenta Las Tablas, fue declarado sobreexplotado de forma definitiva entre finales de los años ochenta y 1994, principalmente debido a la generalización del regadío en la comarca a partir de los años setenta.
Se estima que existen más de 23.000 pozos que extraen agua del acuífero, lo que durante décadas provocó el descenso dramático del nivel freático y la desecación casi total del humedal.
Por eso, la recuperación actual del parque ha sido posible gracias al control de la sobreexplotación del acuífero y a condiciones climáticas más favorables. Así, el nivel del acuífero ha subido más de 20 metros debido sólo con las medidas adoptadas para controlar dicha sobreexplotación, lo que demuestra la efectividad de una gestión responsable del agua subterránea.
Es fundamental que tanto autoridades como usuarios mantengan un uso racional y sostenible de los recursos hídricos, evitando extracciones excesivas que comprometan el futuro del humedal. Los resultados de este censo demuestran que, cuando se respetan los niveles hídricos naturales, la biodiversidad responde de manera espectacular.
Un ecosistema de importancia global
Las Tablas de Daimiel no sólo son un refugio para especies amenazadas, sino que constituyen un ecosistema estratégico que proporciona múltiples servicios ambientales. Porque los humedales, además de brindar suministro de alimentos y biodiversidad, ayudan a controlar crecidas, recargan el agua subterránea a través de las filtraciones y mitigan el cambio climático, ya que actúan como verdaderas esponjas naturales que regulan el ciclo hidrológico y almacenan carbono.
Por todo ello, la Convención de Ramsar reconoce que los humedales se encuentran entre los ecosistemas más productivos del planeta, albergando una biodiversidad comparable a las selvas tropicales. Las Tablas de Daimiel, como Zona Húmeda de Importancia Internacional, representan un patrimonio natural irremplazable cuya conservación trasciende las fronteras regionales y nacionales.
Por eso el censo de 2025, que representa el mejor resultado de la serie histórica reciente (1980-2025), reafirma la importancia de cuidar y mantener el valor ecológico del humedal como refugio esencial para la avifauna acuática a nivel nacional y europeo. Las Tablas de Daimiel demuestran, una vez más, que la conservación activa y la gestión hídrica adecuada pueden revertir décadas de deterioro, convirtiendo este espacio protegido en un hervidero de vida y esperanza para la biodiversidad.