Entrevista a Ángeles Parra, directora de BioCultura: “Tenemos muchos más planes de futuro que van a sorprender a muchos”
El Mundo Ecológico.- La 28ª edición de BioCultura en Madrid está ya en marcha. ¿Qué aspectos destacaría de esta nueva convocatoria?
Ángeles Parra.- Lo más destacable es que BioCultura es una muestra muy clara y contundente de que otra forma de eco-nomía es posible. Mientras la economía española se desmorona, el sector «bio» no deja de crecer. Mientras el mundo se desploma, seguimos creando empleo. Mientras los políticos viven en el pasado, nosotros somos el futuro. En ese sentido, esta edición va a ser emblemática.
EME.- Es ya el segundo año que se celebra en el recinto ferial de Ifema en Madrid. Con la perspectiva de lo acontecido en la pasada edición 2011 y con la del 2012 ya con las puertas abiertas, ¿qué cree que ha ganado la feria con este emplazamiento? ¿Qué le aporta un espacio como éste a la feria?
A.P.- Aporta, sobre todo, un camino más directo hacia el «boom» del sector y hacia la profesionalización y su «homologación» en la sociedad española. Aporta una mejor visibilidad de lo «bio» en la sociedad, en los medios, entre los consumidores y entre los profesionales. Y también en la participación de empresas extranjeras, este año contamos ya con una quincena de diferentes países.
EME.- El público habitual de las pasadas ediciones ¿se ha sentido a gusto? ¿Ha notado la organización que el perfil del visitante haya podido cambiar con el nuevo espacio?
A.P.- El público de siempre se ha sentido muy a gusto en Ifema y, por otro lado, hemos atraído a nuevos consumidores. Las salas de actividades, por ejemplo, tienen mucha más calidad en Ifema, se nota mucho el cambio.
EME.- Podría decirnos si cada ubicación de BioCultura (Madrid, Barcelona y Valencia) tiene aspectos que las diferencian. Son ferias distintas, ¿tienen una oferta distinta en cada una de ellas? Es decir, ¿hay aportaciones particulares en cada una de las plazas? ¿Son públicos distintos?
A.P.- Madrid reúne a gente de todo el estado español. La feria de Barcelona aúna a un público y profesionales de todo el arco mediterráneo. Y la feria de Valencia tiene un carácter más regional.
EME.- ¿Qué argumento le daría a un empresario o marca que estuvieran dudosos para estar presentes en BioCultura?
A.P.- Lo mejor es que vengan, primero, como asistentes. Que vean, huelan, sientan… la ebullición que hay en los pasillos, en las salas de actividades, en los talleres, en los conciertos… BioCultura es también una experiencia sensorial, olfativa, gustativa, de todo. Cuando la vives, te atrapa. Mucha gente que hoy es empresario del sector, empezó viniendo a BioCultura a tomar ideas y ya no pudo salirse. BioCultura es adictiva.
EME.- ¿Tiene la organización cuantificado el volumen de negocio que se mueve en una feria de este calibre?
A.P.- Este cálculo es algo muy difícil de definir. No todos los expositores quieren hablar de ello. Te podría hablar a ojo de buen cubero, pero no es mi estilo. Prefiero hablar siempre con datos muy fidedignos.
EME.- El sector eco, tanto en producción como en consumo, lleva una importante progresión positiva en España. Aunque hayan aumentado también los parámetros de consumo estamos muy lejos con respecto a otros países europeos… ¿Cree que es una gran contradicción el ser la primera potencia productora en ecológico de Europa y tener estos datos de consumo? ¿Qué haría falta para corregir esto?
A.P.- Somos los «campeones» en producción y estamos a la cola en consumo. La culpa de esto la tiene nuestra clase política. En toda Europa, el sector «bio» ha sido un proyecto político compartido por grupos de diferentes tendencias. En España, la derecha y la presunta izquierda están todavía en el siglo XX y no se enteran de nada. Comparten su miopía en cuanto al sector «eco». Esperamos que esto cambie algún día. «Semos» diferentes.
EME.- Imagino que un factor importante en este aspecto de las cifras de consumo es el precio de los productos, más caros por lo general. ¿Cree que los precios que nos encontramos en las tiendas son realmente justos?
A.P.- El tema es complejo. Los costes medioambientales y sanitarios de la producción convencional, ¿quién los paga? Nosotros, el erario público. Por eso son tan baratos algunos alimentos convencionales. Los «bio», por otro lado, son de alta gama. No se puede comparar un aceite ecológico con un aceite del Día%, ni en calidad, ni en salud, ni en sabor, ni en nada. Por fin, yo diría que hay que consumir local, de temporada, en gran medida vegetal… y entonces puedes llegar a comer más barato que el precio de una cesta convencional. Si tenemos una dieta racional, y sustituimos muchos productos animales por productos vegetales ecológicos, ahorramos mucho. Carne, poquita y ecológica. Lo mismo con el pescado.
EME.- Importamos mucho de lo que hemos producido como materia prima. ¿Cómo se podría corregir esto?
A.P.- Tiene que haber una clase empresarial española valiente y comprometida que se ponga en acción en ese sentido. Esto llegará, tarde o temprano. Hay que tener confianza. Vamos por muy buen camino.
EME.- A los productores y empresarios llamados “convencionales”, ¿cómo les convencería para que se pasaran a lo ecológico?
A.P.- A esa gente no se la convence con argumentos de tipo sanitario o medioambiental, desgraciadamente. Tienen que ver que los datos eco-nómicos representan vías de futuro. Y esto ya es así, como decía al principio. Por eso cada vez más gente del mundo empresarial convencional mira hacia el sector ecológico. Lástima que sea el afán de lucro lo que les hace dirigirse hacia aquí. A mí me gustaría que fuera por otras razones. Pero qué le vamos a hacer. El mundo es así…
EME.- En otros países como por ejemplo Estados Unidos, en cadenas de supermercados tipo Safe Way (similar a Mercadona en España), es muy normal encontrar en las estanterías muchas propuestas ecológicas, no sólo de alimentación, al lado de los productos que no lo son. Aquí, en las grandes superficies, solemos acotar lo “eco” a un espacio determinado para que sea visible y esté diferenciado o meterlo en tiendas especializadas. Si se llegara a presentar así en nuestras tiendas, ¿sería un signo de normalidad y una opción de consumo más abierta?
A.P.- El consumo ecológico en España está muy focalizado en tiendas, digámoslo así, muy comprometidas. Pequeñas y/o medianas tiendas, y súpers, con un público muy fidelizado. Es una característica muy intrínseca del sector «bio» aquí. No sé si esto es positivo o negativo, pero en cualquier caso es así. ¿Qué nos deparará el futuro? Crecerán las dos tendencias al unísono y, especialmente, los súpers íntegramente dedicados a lo ecológico. Es una opinión personal.
EME.- Sin entrar en debates políticos e ideológicos, ¿siente que por parte de las administraciones públicas se están realizando todos los esfuerzos posibles para apoyar a este sector? ¿Qué les recomendaría a las actuales administraciones?
A.P.- En España, nuestra clase política es, en lo «bio», absolutamente retrógrada y cavernícola. Con muy pocas excepciones, como el caso de la exministra Cristina Narbona, casi una visionaria entre sus propios compañeros socialistas.
EME.- BioCultura lleva años demostrando y abanderando la existencia de un modo de vida distinto centrado en la salud, el cuidado de la Tierra y en el consumo responsable. ¿Ha notado algo (producto, conocimiento, sector) que pueda erigirse como posible oportunidad para los que quieran emprender? En otras palabras, ¿podría darnos una pista de lo que será tendencia en los próximos años en cuanto a la cultura “eco”?
A.P.- El sector «bio» sigue su ascenso, más lento que al principio, por cuestiones evidentes, pero más seguro también. El sector textil orgánico, la cosmética ecológica certificada y la bioconstrucción alcanzarán cada vez más visibilidad social y mediática.
EME.- BioCultura es una de las pocas ferias de este tipo que se celebran en nuestro país. Afortunadamente, están surgiendo nuevos foros en otros puntos, lo que significa que “algo” se está moviendo en estos meses de crisis. ¿Tienen previsto abrir en el futuro otro emplazamiento en España? Y, aunque no tuvieran previsto emprender otro BioCultura, ¿se atrevería a decirnos qué ciudad sería la ideal para acogerla?
A.P.- En 2013, con BioCultura Bilbao, queremos cubrir bien todo el norte, donde hay un público muy interesado en el sector ecológico. Es una muestra más de que el sector «eco» avanza. Tenemos muchos más planes para el futuro, pero nosotros somos una entidad pequeña, vamos lentamente. Asumimos sólo lo que podemos controlar bien. Somos gente prudente. Huimos de todo artificio. Somos el reflejo del sector. No podemos ir más deprisa que la gente del sector. Ahora bien, tenemos planes que van a sorprender a muchos.
Director de El Mundo Ecológico