Foto ARDE - Ratas en la granja avícola
Foto ARDE - Ratas en la granja avícola

Ratas y cadáveres en una granja avícola que cuenta con el sello de bienestar animal “Welfair”

Share
Share

Las investigaciones revelan prácticas ilegales y condiciones insalubres y peligrosas en esta granja avícola no sólo para los animales, que viven entre cadáveres en descomposición, sino también para los vecinos de la zona.

Las organizaciones de protección animal y medioambiental ARDE y Satya Animal han sacado a la luz imágenes impactantes de una granja avícola en Llucmajor, Mallorca, que alberga 136.000 gallinas.

La explotación, la más grande de las Islas Baleares tanto por número de animales como por extensión, presenta, según las organizaciones, telarañas, polvo, tierra y acumulación de plumas. Esto se mezcla con cadáveres en distintos estados de descomposición, algunos canibalizados, y la presencia de ratas y erizos junto a las gallinas vivas y los huevos. Todo ello aumenta el riesgo zoonótico de transmisión de enfermedades como la leptospirosis o la salmonella.

Imagen ARDE – Cadáveres conviviendo con las gallinas vivas y huevos en la granja avícola de Llucmajor (Mallorca)

También han documentado que las gallinas camperas no salen durante, al menos, una semana. Esto es aún más grave, ya que esta granja avícola está certificada con el sello de bienestar animal Welfair.

Denuncian a esta granja avícola ante la Fiscalía

Las organizaciones han presentado una denuncia ante la Fiscalía de Medioambiente de Baleares por presuntos delitos contra la salud pública. Algo que no sólo está documentado por la presencia de ratas y cadáveres de gallinas, sino también por haberse encontrado extintores caducados y suciedad extrema.

Imagen ARDE – Excrementos y suciedad

Posible estafa al consumidor por parte de esta granja avícola

Julia Elizalde, portavoz de ARDE, afirma que “esta granja podría estar incurriendo a su vez en un delito de estafa. Hemos enviado a Fiscalía imágenes que demuestran cómo las gallinas camperas no salen al exterior durante 6 días, ya que las puertas de la nave permanecen cerradas”. Esto incumple el Reglamento 2023/2465 de la Comisión Europea, que exige acceso ininterrumpido al aire libre. “El consumidor paga más por este tipo de huevos pensando que las gallinas tienen acceso al aire libre, pero esta expectativa no se cumple”, añade Elizalde.

Imagen ARDE – Gallinas hacinadas y encerradas

Según la OCU, un huevo campero cuesta de media un 35% más que uno de gallinas criadas en suelo, lo que hace suponer que la motivación para vender huevos camperos aunque no se cumplan las condiciones para ello es económica.

Sanciones previas a esta granja avícola y ayudas económicas 

En 2024, la explotación ya fue sancionada con 150.000 euros por operar sin autorización ambiental desde 2017 y por un manejo incorrecto de los excrementos. A pesar de esto, recibió más de 380.000 euros del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) para un centro de clasificación de huevos. Actualmente, sigue funcionando ilegalmente, lo que ha llevado a la Consejería de Agricultura de Baleares a trasladar el caso a la Fiscalía y dictar medidas cautelares.

¿Qué falla en el sello de bienestar animal?

Estas imágenes, que muestran las verdaderas condiciones de esta granja que ostenta el sello de bienestar animal Welfair, ponen en duda la validez de la certificación de bienestar animal.

La granja, que provee a grandes supermercados y ostenta el sello de bienestar animal Welfair, ha sido criticada por Marina Sánchez, presidenta de Satya Animal: “Es alarmante que esta granja tenga el sello de bienestar animal, cuando desde el punto de vista administrativo su actividad es ilegal y penalmente podría estar incurriendo en varios delitos. De este modo, el certificado se convierte en una mera herramienta de marketing. Los consumidores son engañados, creyendo apoyar el bienestar cuando en realidad están financiando la explotación y el sufrimiento animal en una granja en situación totalmente irregular”.

Controversia y regulaciones recientes

Esta empresa avícola ya generó polémica el pasado año cuando propuso construir la mayor granja de España en Mallorca, con capacidad para 739.000 gallinas. La propuesta fue rechazada por los ayuntamientos y la sociedad civil. Posteriormente, en enero de 2025, el Govern balear prohibió las explotaciones avícolas de más de 160.000 animales en las islas mediante el Decreto 1/2025.

Preocupación vecinal y próximos pasos

Más de 9000 vecinos se han visto afectados por la granja y denuncian plagas de moscas, olores y problemas de salud como afecciones respiratorias, migrañas y vómitos. Natalia García, vecina de una urbanización de Llucmajor, explica cómo es vivir a menos de un kilómetro de la granja: “Olores, moscas, dolor de cabeza… Te produce malestar anímico, te limita mucho la convivencia con tus vecinos o con tu familia porque no puedes hacer vida normal en tu casa. En verano estamos encerrados para evitar respirar aire contaminado”.

Por su parte, Xisco Amaya, otro vecino afectado, se suma a estas quejas: “cuando no hay una atmósfera nauseabunda con amoniaco, está todo lleno de moscas”.

Imagen ARDE – Cadáver de gallina en el interior de la explotación ganadera de Llucmajor (Mallorca)

A finales de 2024, las asociaciones vecinales documentaron un vertido de centenares de gallinas en una zanja presuntamente cavada por la granja, actividad que incumpliría con la normativa en materia de gestión de residuos con riesgos biológicos.

Por todo esto las asociaciones vecinales y las entidades de protección medioambiental y animal han exigido el cierre inmediato de la explotación avícola por incumplir la Ley 21/2013 de evaluación ambiental.

Share
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad