¿Podrá salvar la economía la directiva de eficiencia energética en edificios?

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La nueva normativa prevista en cuanto a rehabilitación de edificios y viviendas no acaba de contentar a todos los sectores implicados

El pasado sábado 13 de abril se publicó en el BOE el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios. Para la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (ANAE) la transposición de la Directiva Europea 2010/31/UE “llega con un retraso de ¡solo 3 años!”

Para la asociación, este Real Decreto, muy esperado en el sector ya que permitirá dinamizar algo el maltrecho sector de la construcción, “refunde en una única normativa, la transposición de la mencionada directiva junto con el RD 47/2007 de 19 de enero, mediante el que se aprobó un Procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios de nueva construcción, derogando este último.”

ANAE expone que “aunque la medida ocasiona un gasto para los propietarios, sin duda es un paso adelante y proporciona una información muy útil que será de vital importancia para los consumidores a la hora de elegir entre varios inmuebles, permitiendo conseguir grandes ahorros anuales al seleccionar calificaciones altas, y es que si un simple televisor de 300€ posee una etiqueta energética, ¡con mayor sentido debe tenerla una inversión varios ordenes de magnitud superior!”

La nueva normativa básicamente indica la obligatoriedad de disponer de un certificado energético de edificios, nuevos o existentes, o parte de ellos (viviendas, locales, oficinas, etc.) en este último caso cuando, se vendan o alquilen. Así cuando se haga alguna transacción sobre estos, el certificado debe adjuntarse al correspondiente contrato.

Se creará un registro de certificados por Comunidad Autónoma con capacidad de realizar inspecciones o controles técnicos y en caso de incumplimientos, se procederán a realizar las sanciones pertinentes.

La Fundación La Casa que Ahorra (FLCQA), organización sin ánimo de lucro que actúa para sensibilizar a todos los sectores de la sociedad sobre la importancia de la eficiencia energética, dará nuevamente apoyo a l< labor que viene realizando el Grupo de Trabajo para la Rehabilitación (GTR) firmando un convenio de colaboración, grupo coordinado por Green Building Council España y la Fundación CONAMA, en el marco de propuestas de rehabilitación para el ahorro económico y energético en el sector de la edificación y la vivienda que verá la luz a finales del 2013.

Uno de los objetivos del GTR para este año es apuntar al futuro con propuestas ambiciosas que abarquen a todo el sector de la edificación sin perder de vista los patrones europeos, redactando una Hoja de Ruta, como ha hecho anteriormente, que contemple los requerimientos dictados por la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética para abril de 2014. Otra de las metas será crear un marco de trabajo y colaboración con proyectos que ya están en marcha en este ámbito. Para el GTR la rehabilitación significa producir beneficios no sólo para propietarios y ocupantes de viviendas sino también para el país, generando del orden de 150.000 empleos directos estables y de calidad entre 2012 y 2050 al hacer posible invertir hasta 10.000 millones anuales en la rehabilitación de entre 250.000 y 450.000 viviendas principales al año.

Por su parte, Green Building Council España considera que “el Plan de Vivienda debe ayudar a consolidar un nuevo sector dedicado a la rehabilitación y transformarse en un eje vertebrador de la acción pública orientando los cambios hacia una acción integrada en el ámbito de la regeneración urbana y la rehabilitación, acercándose a los modelos europeos”. Desde hace ya años, en el contexto europeo, se tiene como objetivo estratégico la mejora de la eficiencia energética del parque edificado y el ahorro de energía a través de la rehabilitación energética, pues se reduce así el consumo de energía, y por tanto las emisiones de CO2 y el cambio climático, se consigue una mayor independencia energética y posibilita la creación de empleos. “La firma de un nuevo convenio entre GBCe y la FLCQA nos va a permitir trabajar conjuntamente en este proceso de transformación, donde el Grupo de Trabajo para la Rehabilitación se está convirtiendo en un claro referente en nuestro país” según afirma Francisco Javier Fernández Campal, Presidente de la fundación LCQA.

El sector de la fotovoltaica también se ha pronunciado y reclama al gobierno una regulación para el autoconsumo con balance neto recalcando las carencias existentes en cuanto a la regularización para la comercialización de la energía y la falta de apoyo a la innovación. En este entorno, ecooo ha dado a conocer su postura frente a las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros referente al plan para la rehabilitación de viviendas. La plataforma considera que las medidas apoyadas por el gobierno son insuficientes, que están incompletas sin la existencia de un plan para regular el autoconsumo con balance neto como una alternativa de generación de electricidad. Asimismo, afirma que son “unas medidas aprobadas con las que se pretende paliar la baja actividad en el sector de la construcción, debido a la falta de obra nueva, que contempla una serie de ayudas para la rehabilitación energética de los hogares y para mejorar las calderas e incentivar la sustitución de energías convencionales por biomasa y geotermia pero que es insuficiente si la ciudadanía no es capaz de generar la electricidad para consumo y adaptada a todos los tipos de vivienda”.

La cara más “amigable” de la iniciativa se entiende que es promover el uso de la biomasa y la geotermia, pero estas tecnologías renovables son aplicables a realidades muy concretas y alejadas de los lugares más dependientes energéticamente como son las ciudades. Para incentivar realmente medidas de ahorro y sostenibilidad económica y ambiental, el Gobierno debería impulsar, según ecooo, un junto con medidas de rehabilitación, el autoconsumo con balance neto, de tal manera que se abriera la posibilidad a la ciudadanía de generar la electricidad que consume abordando con contundencia el gran problema de la dependencia energética.

De esta manera nos estaríamos acercando al modelo de vanguardia de regiones punteras en cuanto a innovación en el campo de las renovables, que atienden a las necesidades de la ciudadanía y de los mercados. Hay quien proclama que la debilidad manifiesta de nuestra economía es un reflejo directo de que nuestra competitividad a nivel mundial es muy baja y esto es un gran problema. Dada nuestra situación política actual, unos piensan que la culpa es de nuestros políticos y otros piensan que es de nuestros empresarios, pero la culpa es como siempre, de los dos.

El desarrollo del balance neto “abriría una puerta” a la competencia en el mercado eléctrico, propiciando reducciones en los precios para todos los consumidores y permitiendo el surgimiento de nuevos modelos de negocio asociados a la gestión y la comercialización de los excedentes de energía.

El Mundo Ecológico