Águila de Bonelli con su emisor GPS visible al dorso. Foto: Sergio de la Fuente / GREFA.
Águila de Bonelli con su emisor GPS visible al dorso. Foto: Sergio de la Fuente / GREFA.

GREFA ha colocado emisores GPS a 1.300 animales

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Más de 900 animales de cuatro especies marcados por GREFA con GPS: águilas imperial y de Bonelli, buitre negro y milano real

A fecha de hoy, más de cuatrocientas aves son monitoreadas por la asociación conservacionista GREFA gracias a los emisores GPS. Una tecnología de seguimiento a larga distancia que revoluciona por su aplicación al estudio y la conservación de las especies amenazadas.

Estos ejemplares cuyos emisores se mantienen activos en la actualidad forman parte de los 1.300 animales, pertenecientes a más de veinte especies, a los que GREFA ha colocado estos dispositivos para su seguimiento durante los más de cuarenta años de actividad de esta ONG.

Tan solo en 2022, casi doscientos animales han sido marcados por GREFA con GPS. Estos se suman a otros muchos que llevan ya años transmitiendo información sobre sus desplazamientos y amenazas. Si bien la mayoría pertenecen a especies de rapaces catalogadas como amenazadas, también se ha utilizado el GPS en mamíferos y reptiles.

Desde su creación en 1981, GREFA gestiona uno de los hospitales de fauna salvaje más importantes de Europa. Este está ubicado en Majadahonda (Madrid) y con más de 7.200 animales ingresados solo en 2022.

Los GPS como confidentes de lujo

GREFA también se ha consolidado como referencia internacional en la atención a la fauna autóctona con más problemas de conservación. La ONG se especializa en un extenso catálogo de acciones, como crías en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres. Además de vigilancia de nidos y seguimiento de ejemplares.

«En todo ese tiempo, la gran cantidad de animales a los que hemos marcado con emisores GPS se han convertido en nuestros confidentes de lujo. Gracias a ellos podemos abordar un rastreo constante de la fauna silvestre que nos muestra cómo vive, por dónde se mueve y qué amenazas le afectan más», afirma Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.

Supervisión de la fauna reintroducida

Del total de 1.300 animales marcados por GREFA con emisores GPS, más de novecientos corresponden a cuatro especies de rapaces emblemáticas catalogadas como amenazadas en España. El águila de Bonelli (441 ejemplares), el buitre negro (284 ejemplares), el milano real (158 ejemplares) y el águila imperial (48 ejemplares).

También es objeto de seguimiento el pigargo europeo, el mayor águila de nuestro continente, declarado como «Especie extinguida» en España desde 2018. Esta formidable rapaz es objeto de un proyecto de reintroducción en nuestro país por el cual están siendo seguidos por GREFA.

De hecho, más del 40% de los animales de diferentes especies que GREFA marca y sigue gracias a la tecnología GPS forma parte de proyectos de reintroducción, en virtud de los cuales se liberan ejemplares para reforzar poblaciones precarias de la fauna amenazada o incluso para que ésta vuelva a zonas donde desapareció por completo.

Además del pigargo, otro ejemplo de ello es el águila de Bonelli, que gracias al proyecto europeo AQUILA a-LIFE, está recuperando sus poblaciones en zonas como Mallorca, la Comunidad de Madrid, Navarra, Álava y Cerdeña (Italia).

El buitre negro

GREFA también marca con GPS los buitres negros que libera en el marco del Proyecto Monachus. Así como los pollos que nacen en las dos colonias que se han conseguido crear gracias a estas reintroducciones.

Estas colonias de buitre negro están situadas en el sector norte del Sistema Ibérico (Sierra de la Demanda, tanto en la parte de la provincia de Burgos como en la de La Rioja) y en los Pirineos (Reserva de Boumort, en la provincia de Lleida).

Aplicaciones impensables años atrás

«Por ser víctimas de muchas de las amenazas actuales, las rapaces son magníficas indicadoras de la situación de nuestras especies y sus hábitats. Sobre todo si tenemos la posibilidad de recibir la ingente cantidad de información tan valiosa que permite su seguimiento GPS», indica Álvarez.

De hecho, el seguimiento telemétrico mediante GPS avanzados como los que usa GREFA, dotados de sensores tan precisos como los acelerómetros, permite hoy en día aplicaciones impensables hace pocos años.

Por ejemplo identificar las causas de mortalidad de los ejemplares que portan los emisores y esclarecer bajas por amenazas a la biodiversidad como cebos envenenados, furtivismo, tendidos eléctricos peligrosos para las aves o colisiones en diferentes infraestructuras.

Numerosos organismos públicos, empresas y entidades conservacionistas colaboran con GREFA en estos proyectos de reintroducción y seguimiento de la fauna salvaje. Es especialmente relevante el apoyo técnico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marcaje con GPS de los ejemplares monitorizados.

El Mundo Ecológico / GREFA

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