España encabeza la contaminación por emisiones de incineración de residuos en Europa

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Incineradora Valdemingómez

Zero Waste Europe revela que la zona más contaminada de Europa se encuentra en Madrid

La investigación de biomonitorización encargada a la Fundación ToxicoWatch ha analizado el depósito de contaminantes orgánicos persistentes (COP) en biomarcadores como huevos de gallinas de corrales domésticos, agujas de pino y musgos. Se trata de un proyecto europeo coordinado por Zero Waste Europe (ZWE).

El proyecto se ha realizado simultáneamente, durante 2021 y 2022, en España, la República Checa y en Lituania. La Fundación ToxicoWatch, radicada en los Países Bajos, participa como socio científico junto con tres organizaciones ecologistas de España.

Las zonas incluidas en la investigación han sido las situadas en los entornos de las incineradoras de residuos. UAB Kauno Cogeneration Power Plant (Kaunas, Lituania), la incineradora del Parque Tecnológico de Valdemingómez (Madrid, España) y ZEVO Chotíkov (Pilsen, República Checa).

Revelaciones de la investigación

La mayoría de los huevos de gallinas de corral de autoconsumo, en las inmediaciones de las tres incineradoras, superan los límites legales de la UE para el bioensayo (DR CALUX) y el análisis químico (GC-MS) regulados en el Reglamento 2017/644 de la UE.

El análisis de la vegetación, agujas de pino y musgos muestra dioxinas en concentraciones elevadas en las zonas cercanas a las incineradoras de residuos en los tres países por bioensayo DR CALUX.

Asimismo, se hallaron cantidades elevadas de sustancias per-y polifluoroalquiladas (PFAS) en musgos, agujas de pino. Además de huevos de gallinas de corrales domésticos en las tres zonas alrededor de las incineradoras de residuos.

Finalmente, se encuentran altos niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) en musgos. Así como agujas de pino alrededor de las tres incineradoras de residuos mediante bioensayo (PAH CALUX).

Valdemingómez, en Madrid, la zona más contaminada

La zona más contaminada en esta biomonitorización está en Madrid, en el entorno de Valdemingómez, una de las incineradoras de residuos más antiguas de Europa. Los niveles más altos de dioxinas medidos en estudios de biomonitorización de ToxicoWatch en Europa han sido los de los musgos de Valdemingómez.

Para árboles de hoja perenne sucede algo similar, las dioxinas y los PAH vuelven a registrar el nivel más alto de la investigación. Esto sucedió igual en el estudio de biomonitorización en 2021.

El informe indica que los altos niveles localizados al suroeste de las instalaciones pueden estar relacionadas con el depósito de sacas de cenizas, algunas de ellas rotas, como denunciaron los colectivos ecologistas y vecinales el pasado mes de octubre.

Finalmente para los huevos de gallina, en 2022 la biomonitorización ha mostrado niveles más altos de dioxinas, muy probablemente con dioxinas bromadas.

Necesidad de biomonitorización

El estudio también pone de manifiesto las limitaciones de las mediciones de COP basadas en análisis químicos, exigidas por la legislación de la UE. Ya que estas no miden la toxicidad total de (miles) de sustancias tóxicas (PCDD/F, dl-PCB, HAP y PFAS) emitidas por las incineradoras de residuos.

Además, los datos actualmente disponibles sobre las emisiones de COP se basan en cifras calculadas y promedios, lo que ofrece una imagen engañosa de las emisiones reales.

Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción, señala la necesidad de impulsar la biomonitorización para conocer la situación de la salud poblacional y ambiental respecto a las emisiones de las incineradoras de residuos.

Arribas recuerda que para el caso de España, el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente, aprobado en 2021, incluye implantar estrategias de biomonitorización humana como herramienta para vigilar la relación entre exposición y los efectos potenciales en la salud. Pero hasta la fecha no se están llevando a cabo.

El Mundo Ecológico / Ecologistas en Acción