¿Es un helicóptero o un avión? No, es el Volocopter, un ingenio eléctrico que vuela

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El proyecto de movilidad aérea eléctrica es apoyado masivamente a través del crowDfunding logrando el récord de recaudación en Europa

18 rotores giran silenciosamente dentro del dm-arene de Karlsruhe en Alemania. Bajo la atenta mirada de un grupo de personas un inmaculado ingenio blanco empieza a levantarse suavemente y a moverse delicadamente por el enorme e improvisado hangar.

altLas hélices giran y se espera que el aparato haga más ruido, pero un agradable zumbido inunda el espacio.

Las personas que miran, ya desde abajo, empiezan a sonreír. El “Volocopter” VC200 ha superado su primer vuelo, apenas sin esfuerzo y sin vibraciones, dirigido por control remoto. Esto es lo que ocurrió  el pasado 17 de noviembre, el bautismo de un helicóptero eléctrico, aunque sus diseñadores se resisten a ponerle esta etiqueta a su invento, que podrá llevar en su cabina a dos personas. El Volocopter es un ingenio a medio camino entre un avión y un helicóptero que despega y aterriza verticalmente, pero está propulsado por 18 rotores eléctricos.

Ahora, casi un mes después, sus creadores deben de estar sonriendo aún más porque han batido un récord. E-volo, la empresa que ha emprendido esta aventura, decidió que su proyecto debía recabar apoyos económicos on-line, bajo el método de financiación de crowDfunding, y lo ha conseguido a una velocidad sorprendente.

A través de la plataforma Seedmatch recaudó 1,2 millones de euros en tres días, nueve horas y 52 minutos, hasta ahora la mayor cantidad conseguida en Europa a través de este método y en un espacio corto de tiempo. La campaña Seedmatch superó los 500.000€ en contribuciones en solo dos horas y media.

El apoyo es sorprendente, tanto que sus creadores aseguran que ya tienen solicitudes de información para posibles compras. Esta cantidad de dinero recaudado servirá para optimizar el primer prototipo, un programa de ensayos y de vuelos. Además el objetivo es construir un nuevo prototipo en condiciones similares a la producción en serie con la construcción de moldes.

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La autonomía es la gran limitación en el prototipo que alcanza los veinte minutos pero la compañía aspira a que se amplíe a una hora. Si la tecnología de las baterías no avanza ya tienen en mente el realizar un prototipo híbrido para ampliar el alcance. Cada brazo del rotor es impulsado por tres baterías, por lo que si dos pilas adyacentes fallaran el  Volocopter aún podía aterrizar con seguridad y, aunque parezca increíble, siempre existe la posibilidad de activar el paracaídas que lleva incorporado.

Su velocidad es de 100 kilómetros hora y la altitud máxima prevista es de 6.500 metros para los modelos que salgan a la venta. Sin embargo, mientras la aeronave se enfrenta a superar los retos de la autonomía, hay algunas ventajas sobre helicópteros tradicionales. En particular, es más silencioso y muy ligero con un exterior de carbono y las operaciones de vuelo de la aeronave “son un juego de niños “, es decir la formación de pilotos llevará menos tiempo y dinero.

Bienvenidos a la nueva era de la movilidad eléctrica… aérea

El Mundo Ecológico