Closca Bottle Wave, conectada y pensada para reducir el plástico

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Colección botellas Closca

La botella comprometida con dejar atrás para siempre el consumo masivo de plástico

Closca continúa su misión de frenar la creciente ola de basura plástica en los océanos cambiando para siempre la forma en la que bebemos y obtenemos agua. Su última propuesta es Closca Bottle Wave, la botella completa, conectada a una red global para saciar tu sed reduciendo el impacto del consumo de plásticos.

Esta sostenible propuesta viene acompañada de una aplicación en la que das de alta tu botella y te muestra dónde esta el punto de agua más cercano, gracias a una red colaborativa de usuarios.

La empresa valenciana, reconocida en todo el mundo por sus diseños icónicos que se proponen inspirar el cambio a un mundo mejor, pretende emocionar de nuevo a los consumidores alentándoles salvaguardar el planeta.

Botella Closca Wave Arizona abierta

Conectada con puntos de rellenado de agua

Fabricada en acero inoxidable —100% libre de BPA, ftalatos y toxinas—, Closca Bottle Wave es perfecta para conservar la temperatura del agua y otros líquidos (24h fría y 12h caliente). Está disponible en dos tamaños — 450ml y 650ml— y seis colores y cumple con los controles de seguridad de los aeropuertos.

Según la compañía, “esta botella de atractivo diseño contiene un potente mensaje para todos en su interior: es necesario tomar consciencia de que todo y todos estamos conectados. Es nuestra responsabilidad reducir el consumo de plásticos para salvar al planeta”.

Gracias a su funcional diseño y a la ingeniosa solapa de agarre que sobresale de su funda de silicona — patentado por Closca— puede engancharse y transportarse de manera fácil y segura en bolsos, mochilas, carritos, bicicletas o patinetes. Siempre a mano y lista para rellenar.

Closca Water aplicación

Closca Water App

Además se conecta a la Closca Water App, una aplicación móvil gratuita —en Apple Store y Google Play— que le informa sobre cómo está contribuyendo a la lucha contra los residuos plásticos y le sirve de nexo de unión con la smart city al mostrar la creciente red de puntos de rellenado de agua potable más cercanos (ya hay registrados más de 250.000 en todo el mundo).

A más rellenos, más puntos y recompensas que, posteriormente, pueden canjearse por descuentos y ventajas en marcas y establecimientos asociados y donaciones a organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan para preservar el medioambiente.

Closca Bottle Wave no está sola en su compromiso: su antecesora de vidrio, Closca Bottle, gozó de una gran acogida en todo el mundo e incluso obtuvo el premio Red Dot Design en 2018.

Una oda al planeta

El recubrimiento de silicona se presenta en seis colores, conectando con lugares emblemáticos de nuestro planeta tierra. Por un lado, las versiones monocromas en blanco y negro conforman la Basic Collection, mientras que la serie Places to be incorpora el acabado soft touch y nos recuerda que tanto nosotros como nuestras acciones estamos en conexión con todo lo que nos rodea y podemos ejercer un gran impacto en el planeta.

  • Amazonia: Tributo a los pulmones de la Tierra.
  • Antarctica: Alerta por el deshielo de los glaciares.
  • Arizona: Inspirado por el colosal tesoro milenario del Gran Cañón.
  • Sahara: Homenaje al más vasto de los desiertos, que hace millones de años fue una frondosa pradera verde.

Closca Bottle Water App

#mylastplasticbottle

“Todo está conectado. Todas nuestras acciones, positivas o negativas, grandes o pequeñas, hacia el planeta generan un impacto directo en nosotros, mucho mayor del que pensamos. Con nuestros gestos, ¿qué esperamos recibir de vuelta?”

Con esta pregunta, a modo de advertencia e invitación a la reflexión, Closca hace un llamamiento a la acción, urgente y colectiva, para cambiar hábitos y conductas cotidianos que están causando gravísimos daños al medioambiente.

Las cifras son alarmantes. Se desechan 1.500 botellas de plástico por segundo y solo se recicla el 9%. Eso significa que 60 millones de botellas de plástico terminan en los vertederos todos los días. Una gran parte de ellos —exactamente 8 millones de toneladas al año— acaba en los océanos y daña a más de 100.000 especies marinas cada año.

Y recordemos que una botella tarda más de 450 años en descomponerse. Si seguimos provocando el consumo masivo de botellas de plástico de un solo uso, en 2050 habrá más plástico que peces en nuestros océanos.

“Closca Bottle Wave es la aliada de todos aquellos que quieren tomar parte, con sus pequeños gestos, en el reto global de romper el círculo vicioso de la generación de residuos plásticos que acaban en nuestros océanos”, explica Carlos Ferrando, CEO y fundador de Closca.

El Mundo Ecológico / Closca