El consumo global de energía se ralentiza

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DEscenso en el consumo global de energía

 Las economías basadas en los servicios tienden a consumir menos energía

La Administración de Información de la Energía de Estados Unidos (EIA)  ha concluido que el consumo de energía global se ha ralentizado a pesar de que la economía mundial creció.

La agencia norteamericana ha tomado como base el último informe de previsiones energéticas, elaborado por la EIA, que intenta desvelar las tendencias en el mercado mundial de la energía. Para llegar a estas conclusiones el organismo americano ha medido cómo el consumo de energía por unidad del Producto Interior Bruto (PIB) se redujo en casi un tercio entre la intensidad de la energía medida entre los años 1990 y 2015 . Según el informe, la intensidad de energía ha disminuido en casi todas las regiones del mundo, tanto en las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como en las naciones emergentes.

Las diferencias en la intensidad energética entre países y regiones corresponden, según describe la EIA, a actores subyacentes tales como la estructura económica, el clima y la geografía. Las economías centradas en la fabricación industrial tienden a usar más energía por dólar del PIB que las economías centradas en los servicios.

Del cálculo se extrae que los países y regiones con variaciones de temperatura más amplios tienden a utilizar más energía para la calefacción y la refrigeración. Las distancias entre las zonas urbanas y la infraestructura dentro de ellos, pueden influir en la cantidad de energía utilizada para transportar mercancías y pasajeros.

energia y países desarrollados

Los países menos desarrollados consumen más energía

Históricamente, los niveles de intensidad de energía en los países fuera de la OCDE han sido más altos que los niveles de los países desarrollados. En muchos países que están fuera de la OCDE, las economías se han industrializando y se basan en formas más intensivas de uso de energía. Por el contrario, muchos países de la OCDE han pasado de depender de una producción intensiva en energía a un uso menor para actividades económicas basadas más en servicios. Sobre la base de las estimaciones de 2015, los países de la OCDE utilizan de media un 12% menos de energía por dólar de PIB que los países fuera de la OCDE.

El informe resalta que las políticas de eficiencia energética también difieren entre las distintas regiones del mundo, con la implantación de eficiencia en edificios, vehículos y procesos industriales altamente influenciados por las regulaciones locales, incentivos y la competencia en el mercado.

Se destaca por ejemplo, de acuerdo con el Consejo Internacional de Transporte Limpio, que las normas de economía de combustible se aplican en aproximadamente el 80% del mercado mundial de automóviles. En el resto del mundo se carece de normas de eficiencia locales. Tal y como resalta el mapa de la Agencia Internacional de la Energía, las políticas de eficiencia energética en edificios también pueden diferir significativamente entre países. Las nacones con las economías más desarrolladas en general, tienden a tener regulaciones más estrictas sobre el uso de energía y la eficiencia energética.

Productividad y consumo de energía OCDE

Consumo y desmateralización

La productividad de la energía, o la cantidad de la producción económica por cada unidad de energía consumida, es inversamente proporcional a la intensidad energética. La EIA concluye, tomando los datos de un estudio sobre consumo y desmaterialización (proceso en el que la materia se transforma en energía) dentro de una región existen varios factores que contribuyen al aumento de la productividad de la energía según va pasando el tiempo. 

  • Los cambios estructurales en la producción y el consumo (desde la fabricación hasta la economía de servicios)
  • Un uso más eficiente de los recursos
  • La externalización de las actividades intensivas en energía

Entre 1990 y 2015 China experimentó su mayor aumento de productividad energética, un 133%, debido a la aceleración en la producción económica, que fue más del doble que el aumento en el consumo de energía. Durante el mismo período de tiempo, la productividad energética de Estados Unidos aumentó en un 58%, con mejoras en todos los sectores.

El Mundo Ecológico / EIA