Apple se aleja de la normativa de reciclaje en Estados Unidos

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El fabricante de ordenadores pierde voluntariamente el sello verde

La compañía Apple ha retirado 39 productos de la lista EPEAT (Herramienta de Evaluación Ambiental de Productos Electrónicos), un programa de certificación para la electrónica que requieren las empresas participantes que cumplan con ciertos estándares ambientales.

 

La agencia anunció la semana pasada que los productos retirados por Apple de este programa de certificación son sus ordenadores portátiles, monitores y ordenadores de sobremesa (el programa no cubre todavía las tecnologías móviles como el iPhone y el IPAD).

Al dejar el programa, los monitores de los ordenadores de Apple y ya no puede ser comprado por el gobierno federal y sus agencias, que tiene como obligación comprar productos que requieren que el 95 por ciento de los componentes electrónicos comprados estén certificados por la EPEAT.

Según reza en su código, la EPEAT “está diseñada para mitigar los impactos negativos ambientales y sociales de la fabricación de productos electrónicos”, y exige que los productos cumplan ocho “categorías de rendimiento”, tales como vida útil del producto, los materiales tóxicos y reciclado de los componentes y los materiales de embalaje. La ironía es que Apple fue una de las empresas que ayudaron a crear la norma, en primer lugar.

Según distintas fuentes el origen del problema reside en el nuevo MacBook Air. Un requisito importante para la certificación EPEAT es que un producto debe ser fácil de desmontar con herramientas comunes para el reciclaje. La batería del MacBook Air con pantalla de retina parece ser casi imposible de desmontar, un requisito necesario tanto en la reparación y el reciclado. En vez de usar tornillos, Apple está usando ahora pegamento industrial de alto rendimiento para sostener la batería y la pantalla en su lugar. “Con el fin de cumplir con las normas, los recicladores tienen que ser capaces de desmontar fácilmente los productos, con herramientas comunes, para separar componentes tóxicos, como las baterías”, según señalaron fuentes de la agencia al Wall Street Journal.

El movimiento de Apple podría costarle algo de cuota de mercado. El gobierno de los EE.UU. requiere que el 95 por ciento de los aparatos electrónicos que compra estén certificado por la EPEAT. Un mercado en el que tradicionalmente Apple se prodiga, el de la educación, también evalúa la posesión del sello: departamentos de muchos colegios y universidades prefieren realizar sus compras con productos certificados.

La salida de la EPEAT no significa necesariamente que Apple ya no se preocupe por el medio ambiente. Según el analista de Sterne Agee, Shaw Wu, en declaraciones al Wall Street Journal “ellos no están tratando de hacer a propósito el que sea difícil de separar, están tratando de meter todo lo que pueden en un pequeño espacio por lo que es una decisión de diseño. También se ha especulado que Apple podría estar trabajando en una norma ambiental propia.

El Mundo Ecológico